¿QUÉ SON LOS GANCHOS?

El tejido conjuntivo representa el 60 % de la masa corporal. La diafibrolisis percutánea se dirige al sistema músculo-esquelético, particularmente al tejido conjuntivo fibroso.

Estos instrumentos están compuestos de acero. Cada gancho presenta una curvatura diferente que permite llegar a múltiples relieves anatómicos que se interponen entre la piel y la estructura a «ganchear».

Esta técnica permite al fisioterapeuta llegar a planos tisulares profundos inaccesibles a los dedos, con objeto de alcanzar fibras conjuntivas finas o pequeños corpúsculos en vista a su estimulación selectiva.

EFECTOS DE LA TÉCNICA:

 1. Acción mecánica.

Se produce un efecto mecánico debido a la movilización del tejido conjuntivo, ya sea a nivel superficial o profundo.

2. Efecto circulatorio.

Estimula tanto la circulación sanguínea local como la linfática. Es decir, ayuda a drenar la inflamación provocada por la lesión.

3. Efecto metabólico.

Sea cual sea la lesión, nos encontraremos adherencias en el seno del tejido de diferentes tipos:

  • Cicatriciales: post-operatorio o post-traumático.
  • Biomecánica: hipersolicitación o gestos repetitivos.
  • Metabólica: fallo en la eliminación de tóxicos por incompetencia del sistema circulatorio o linfático.

¿EN QUÉ LESIONES PODRÍA USARSE?

Esta técnica es aplicable en una gran variedad de procesos lesivos, siempre que no impliquen una lesión corrosiva de la piel (quemaduras, heridas abiertas o en proceso de cicatrización visible, varices…).

Puesto que, como ya hemos explicado, se trata de una técnica que busca eliminar adherencias y estimular la circulación y los tejidos, se puede decir que en prácticamente cualquier caso es una herramienta que ayuda al terapeuta y al paciente a que la calidad de la recuperación se vea incrementada.

Las lesiones que mejor responden a esta técnica son:

  • Síndrome miofascial
  • Epicondilitis
  • Esguince de rodilla y tobillo
  • Tendinitis rotuliana y aquilea
  • Cicatrices adheridas a planos profundos o dolorosas

En Clínica Altamira contamos con fisioterapeutas formados en esta técnica, que aplicada junto a la radiofrecuencia INDIBA y a la estimulación electromagnética de alta intensidad (SEMAI), conseguimos potenciar los efectos positivos de cada una de las terapias por separado, consiguiendo una recuperación más rápida y eficaz en la mayoría de las lesiones músculo-esqueléticas que tratamos.