La epicondilitis o codo de tenista es la tendinitis (cuando es aguda) o tendinosis (si ya se ha cronificado) de los llamados músculos epicondileos que se insertan en la región lateral del codo o epicóndilo. Estos músculos localizados en el dorso del antebrazo realizan la extensión de muñeca y dedos.

epicondilitis o codo de tenista. Diagnóstico y tratamiento en Clínica Altamira.

Epicondilitis o codo de tenista. Clínica Altamira Almería. Doctor Pineda.

Causas

La causa principal del denominado “codo de tenista” es el desequilibrio muscular entre los flexores y los extensores de muñeca localizados en el antebrazo, siendo más débiles los extensores o músculos epicondileos. Por este motivo, un programa de ejercicios específicos será el tratamiento principal en esta patología.

El desencadenante más habitual es la sobrecarga o uso excesivo al realizar movimientos repetitivos con la muñeca en el trabajo o haciendo deporte. Los ejemplos más frecuentes son el uso prolongado del teclado o ratón (cuidado con la posición de espera), movimientos de supinación repetida como atornillar o en deportes como el tenis y pádel.

Síntomas

  • En primer lugar suele aparecer dolor de inicio progresivo en la parte exterior del codo, a veces irradiado a antebrazo y muñeca. 
  • Aunque al principio el dolor puede aparecer sólo con algunos movimientos o esfuerzos, en fases más avanzadas o graves puede ser continuo.
  • A continuación, en fases más avanzadas puede perderse fuerza de agarre y aumentar el dolor. Como consecuencia suele haber caída frecuente de objetos.
  • En último lugar, en casos más graves se puede perder movilidad en el codo, viéndose limitada la extensión en sus últimos grados.

Tratamiento

El tratamiento de la epicondilitis va a depender del estadio evolutivo:

En fase aguda:

  1. En esta fase es importante disminuir o evitar por un tiempo las actividades que provocan dolor. Sin embargo, hay veces que esto no es posible por exigencias laborales o deportivas.
  2. Colocación de cincha de descarga en el codo para disipar o reducir la tensión que provocan los tendones al insertarse en el epicóndilo. Esta medida se adopta para la práctica deportiva o realización de esfuerzos.
  3. Frío local tras la actividad laboral o deportiva.
  4. Antiinflamatorio tópico (traumeel o voltarén gel)

En fase subaguda y crónica:

  1. Tratamiento de fisioterapia (electroestimulación, radiofrecuencia INDIBA, taping neuropropioceptivo, terapia manual). Estos tratamientos persiguen aliviar la tensión de los músculos extensores de muñeca y dedos, reducir la inflamación y estimular la regeneración del tejido de forma natural.
  2. Programa de ejercicios individualizado (estiramientos, fortalecimiento y propiocepción) porque el objetivo es reequilibrar los músculos agonistas y antagonistas.`
  3. Ciclo de ondas de choque focales. Este tratamiento médico consistente en la aplicación de unas ondas de alta intensidad focalizadas en la lesión que consiguen activar los procesos implicados en la regeneración del tejido de forma natural y no invasiva.
  4. Infiltración de plasma rico en factores de crecimiento o suero autólogo condicionado cuando han fracasado las medidas conservadoras anteriores.
  5. Tenotomía percutánea ecoguiada del tendón común extensor del epicóndilo. Esta técnica se reserva para casos muy rebeldes a tratamiento.
  6. Para finalizar y como última opción se valora la cirugía en pacientes que no han respondido a las medidas conservadoras y técnicas mínimamente invasivas.

En ocasiones el tratamiento no ofrece el resultado esperado. En estos casos hay que pensar en otras causas posibles o diagnóstico diferencial:

  • Artritis postraumática de codo o enfermedad reumatológica
  • Condropatía radio-humeral o alteración del cartílago.
  • También puede aparecer dolor referido de origen cervical por pinzamiento o inflamación de una raíz nerviosa del plexo braquial.
  • Síndrome miofascial con puntos gatillo en músculos epicondileos.
  • Neuropatía periférica compresiva del nervio interóseo posterior, una rama sensitiva del nervio radial, dando lugar a parestesias u hormigueo en dorso del antebrazo, pulgar, indice y a veces en borde lateral del tercer dedo.

En resumen, la epicondilitis o codo de tenista puede ser una patología leve o grave según la afectación del tendón, tiempo de evolución y repercusión funcional de la persona lesionada.

Para obtener cuanto antes el diagnóstico de certeza y las indicaciones más apropiadas según el tipo de epicondilitis, recomendamos que pida cita con su médico rehabilitador de confianza.

Doctor pineda